Según la inmobiliaria Napoleón, la propiedad de Inés Matte Urrejola 0890 de 9.700 metros cuadrados, tendrá edificios de cinco pisos. Remembranzas de fiestas, amores y un espacio reducido, reflotan en este contexto.

Por estos días el recinto de Inés Matte Urrejola 0890, ubicado en Providencia, enfrenta trabajos con excavadoras y otras máquinas pesadas tendientes a modificar para siempre el entorno que ahí se levantó. Hasta 2016 el sitio albergaba las dependencias de CHV, canal que trasladó su operación hacia la exfábrica de Machasa (ubicada en avenida Pedro Montt 2354, Santiago). La reubicación generó así oficinas abandonadas, espacios sin uso y un lote de recuerdos, que años después fueron objeto de otro plan, bien lejano a la TV: en 2019 Canal 13 (por ese entonces dueño del edificio) vendió la propiedad que ahora tiene fines habitacionales.

‘Es un proyecto urbano residencial con diversidad de equipamiento denominado ‘IMU – Inés Matte Urrejola’’, informan desde la inmobiliaria Napoleón, empresa que edificará en el terreno de 9.700 metros cuadrados una serie de edificios de departamentos, que contarían con un centro cultural y un café. ‘Estará emplazado en un terreno de 1,6 hectáreas, donde anteriormente operó Chilevisión y la fábrica de calzado Mingo. Las edificaciones tendrán baja altura, hasta 5 pisos y estarán orientadas a la renta residencial, es decir, tendrá un operador que será el responsable permanente de la gestión del proyecto y de la relación armónica con el barrio que lo acogerá’, establece la firma. Según la inmobiliaria, los trabajos que actualmente ocurren en el sitio consisten en la remoción de techos y el ‘sacado de asbesto’, pero la demolición de la obra gruesa aún no ocurre. ‘Será pronto’, indican.

Un pasillo largo y angosto

Para Jaime de Aguirre (69), ex director ejecutivo de la señal entre 2002 y 2015, el recinto ‘siempre fue chico en comparación a Canal 13 o TVN, lo que obligaba a los trabajadores a estar mucho más en contacto’. Según él, en ese espacio llegaron a trabajar más de 400 personas, que regularmente compartían en un pasillo largo y bullante. ‘Ese pasillo, que partía en la entrada, era una especie de plaza pública, donde aparecían ejecutivos, periodistas, camarógrafos, productores, todos’, agrega. ‘Yo siempre decía como chiste que el canal era un pasillo al que le salieron oficinas’, rememora el comediante Fabrizio Copano (32), quien formó parte de ‘El club de la comedia’ desde 2009 a 2014.

Él continúa: ‘Era chico el canal, pero eso ayudaba igual, porque uno veía a todo el mundo en el mismo espacio, se sentía como un negocio familiar, por decirlo de alguna manera. Entonces cuando uno tenía algún tema con el jefe, por ejemplo, te lo encontrabas y se hablaba siempre. Creo que esa fue una de las razones por las que fue exitoso el canal’. Macarena Miranda (33), ex periodista de comunicaciones del canal durante 7 años, precisa que ‘esa familiaridad que se percibía en Inés Matte Urrejola se perdió en Machasa’. ‘Me acuerdo que incluso, por la falta de espacio, pusieron alguna vez unos containers de oficinas, donde cabían 10 personas, todas juntas y felices. Eso a diferencia de las instalaciones de Machasa, donde todo es grande, más impersonal y solitario. Creo que el antiguo canal tenía más mística porque todos éramos una gran familia’, continúa.

‘En el pasillo uno se enteraba de todo, de las tristezas y la felicidad de cada uno de los trabajadores’, recuerda Ignacio Gutiérrez (45), quien estuvo 13 años vinculado a CHV donde participó en programas como ‘S.Q.P.’, ‘La mañana en CHV’ o ‘Primer plano’. ‘Lo que más recuerdo del canal son las fiestas que hacíamos después de hacer el Primer Plano los viernes en la noche. Casi todo el equipo participaba, éramos como 30 en total y nos íbamos a un camarín, que le decíamos VIP para carretear. Ahí estuvieron Cristián Castro, Paloma San Basilio, un montón de gente. Qué fiestas nos pegábamos’, rememora. El comediante Pedro Ruminot (40), gestor de ‘El club de la comedia’ (2007-2014), sostiene que ‘era bien feo ese CHV, pero tenía algo romántico’. ‘Lo que más recuerdo era el pasillo, ahí pasaron hartas cosas’, comenta él, quien por esos lugares encontró incluso el amor: ahí conoció a su actual esposa, la también comediante Alison Mandel. ‘Al final del pasillo, subiendo por una escalera que daba al área de producción, empezó mi pololeo, nuestro primer beso fue ahí’, plantea.

‘Ese edificio era como mi casa’, comenta Karina Álvarez (44), periodista de prensa que llegó a los 21años al recinto. ‘Me acuerdo de que prensa era minúsculo, cabíamos apenas, nadie tenía oficina y todo lo que uno conversaba se escuchaba… Nosotros hacíamos las noticias entre medio de los compañeros que estaban preparando las notas, lo que era un ejercicio de concentración grande’, establece para luego declararse impactada por la demolición en ciernes. ‘Una nunca está preparada para noticias así’, cierra ella.

Fuente: http://portal.nexnews.cl/showN?valor=h1fhh